El discípulo amado: el que supo quedarse cerca

Hay personas que no necesitan decir mucho para estar presentes. No destacan por hablar… sino por quedarse.
Cuando todos se van, ellos permanecen. Cuando otros dudan, ellos miran en silencio.
Así es el discípulo amado: el que no necesita protagonismo, pero siempre está junto a Jesús.


El encuentro en pocas palabras (Evangelio de Juan):

No tiene nombre. Solo se le llama así: “el discípulo a quien Jesús amaba”.
Lo encontramos:

  • En la Última Cena, recostado sobre el pecho de Jesús (Jn 13,23).
  • A los pies de la cruz, junto a María (Jn 19,26).
  • En la tumba vacía, corriendo con Pedro… y creyendo sin ver (Jn 20,8).
  • En la orilla del lago, reconociendo al Resucitado: “Es el Señor” (Jn 21,7).

No se impone. No discute. No huye. Permanece.
Y por eso, Jesús le confía algo inmenso:

“Ahí tienes a tu madre.” (Jn 19,27)


¿Qué le dijo Jesús?

“Mujer, ahí tienes a tu hijo.”
“Ahí tienes a tu madre.”
(Jn 19,26-27)

En ese momento, nace algo más grande: la Iglesia como familia.
Jesús le confía a María. Y a nosotros, nos confía al discípulo que sabe amar.


 ¿Y qué puede decirte a ti?

  • Si sientes que no tienes respuestas, pero sí amor…
  • Si estás cansado de tanto ruido, y deseas simplemente permanecer
  • Si tu fe no necesita palabras, pero quiere estar cerca de Jesús

Entonces tú también puedes ser ese discípulo.
No importa tu nombre. Jesús sabe quién eres. Y te ama así.

💬 Te dice: “Permanece junto a mí. Y cuida de los que yo amo.”


 ¿Y tú?

¿Te sientes llamado a quedarte junto a Jesús, incluso en los momentos más oscuros?
¿Puedes ser un discípulo amado en tu comunidad, tu familia, tu parroquia?


GRACIAS por formar parte

Con este encuentro cerramos la serie Encuentros con Jesús según San Juan.
Pero el verdadero encuentro empieza ahora, cuando decides, como el discípulo amado, quedarte cerca…
y dejarte amar.